lunes, 24 de noviembre de 2008

Entrega final del proceso experimental.

Después de tratar de abordar experimentalmente la pregunta: ¿Cómo pintar el sonido? nos dimos cuenta de los múltiples impedimentos que existían para lograr convertir el sonido en imagen. Al comienzo intentamos pintar a partir del caracter de ciertas piezas musicales logrando unos resultados interesantes pero poco puntuales.
Al investigar y tratar de llegar a un proceso donde se pudieran lograr conclusiones más exactas, nos dimos cuenta de que debe existir un medio que propague el sonido porque, de lo contrario, no se podría abordar exitosamente esta relación.

Después de intentar mover pintura con sonidos muy fuertes y, al darnos cuenta de que la onda no tenía tal fuerza como para lograr ese propósito, decidimos invertir la pregunta con base en algunas ideas que tuvimos a partir de la investigación de algunos experimentos químicos.

La pregunta quedó así: ¿A qué suenan dichas mezclas?

Estos experimentos consistían en unir ciertos elementos que producirían reacciones relacionadas con cambios de color interesantes. Por esta razón quisimos ver a qué sonarían esas reacciones.


Para esta última fase del proceso decidimos experimentar con elementos químicos de la siguiente manera:
Los elementos utilizados fueron: sulfato de cobre, sulfato de magnesio, silicato de sodio, ácido tartásico, coca cola, perfume, agua caliente y piff paff.

Tras no conseguir cloruro de cobalto (elemento fundamental en la elaboración de esos experimentos) tratamos de conseguir elementos caseros abrasivos que pudieran generar reacciones interesantes.

El proceso fue el siguiente:

1. En una serie de tubos de ensayo hicimos las mezclas con las cantidades respectivas de cada uno de los elementos en pequeñas dosis y observamos las reacciones. Además de algunos cambios pequeños en el color y en la textura, al comienzo no observamos nada relevante.

2. Cuando mezclamos sulfato de cobre, sulfato de magnesio, agua caliente y ácido tartásico en el tubo de ensayo, se produjo una reacción diferente. Además de que el color cambió generando espumas y burbujas azules y verdes, el sonido se asemejaba al del contacto de un alimento con un asador. En la medida que aumentaba la intensidad del sonido , el líquido subía y bajaba tanto que pensamos que se podía salir del tubo.

3. Todas las demás mezclas produjeron cambios insignificantes. Sin embargo, después de intentar el experimento en los tubos de ensayo, aumentamos las cantidades reemplazando las pequeñas medidas con vasos y, los tubos, con una pecera grande.

4. Al igual que en los tubos de ensayo, las demás mezclas no produjeron mayor reacción.

5. Cuando se añadió coca cola vimos que contrarestó el efecto del ácido tartásico, lo cual se reflejó en una disminución de la efervescencia del sonido.

6. Intentamos pintar utilizando la mezcla azul-verdosa que dio como resultado. Sin embargo, ésta se volvió cada vez más pastosa y no quedaba plasmada en el papel.

No hay comentarios: